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martes, 28 de febrero de 2017

Arte y Masonería

Mario Morales Charris 33º



Muchos autores coinciden en definir el arte como una expresión de la emoción humana. En efecto, el arte no es otra cosa que una proyección del espíritu que se materializa, es la objetivación de un ideal, la materialización del sentimiento, o bien, si se quiere, la espiritualización de la materia; pero el arte, dice Matteo Marangoni, “es un mundo cerrado a la multitud indiferente y solamente abierto a quien consiga, con amor, conquistarlo”. Y la Masonería no es ajena al arte, al arte de construirnos nosotros mismos simbólicamente, al arte de pulirnos como piedra bruta que somos. En fin, al arte real de la construcción.



Recordemos que las órdenes monásticas y militares, entre ellos los Templarios –de los cuales descendemos y heredamos la simbología– necesitaban imperiosamente construir edificios militares, civiles y religiosos para llevar a cabo con éxito su expansión en Europa o Tierra Santa. La mayoría de las veces debían recurrir a mano de obra ajena a la propia Orden, contratando a gremios de obreros, “Masones”, especialistas en los variados artes de la construcción. La Masonería nace pues como una organización de oficio que cultiva el Arte. No se trataba por lo tanto de simples operarios, sino que dichas sociedades estaban formadas por miembros que practicaban ritos simbólicos e iniciáticos, y se estructuraban jerárquicamente en Logias. Es lo que conocemos como Masonería Operativa.



A partir de los siglos XVI y XVII comenzaron a ser admitidos miembros que no tenían relación con los oficios de la construcción, denominados “aceptados”, cuyo número fue aumentando paulatinamente hasta llegar a ser mayoría en el siglo XVIII. En 1717 se reunieron cuatro Logias inglesas, originando la Gran Logia de Londres, que dio lugar a la Masonería actual, llamada Especulativa.

Lo cierto es que la Masonería Operativa había sido siempre una sociedad secreta que había asimilado desde sus principios simbología de diversos orígenes, incluyendo ritos de carácter pagano y gnóstico, pero mantenía una postura marcadamente cristiana a lo largo de la época medieval. Sin embargo, a través de los miembros “aceptados”, la nueva Masonería Especulativa se orientó a actividades filosóficas y políticas, dejando en parte de lado el oficio de la construcción. Esto significó que aunque la nueva Masonería adoptara las tradiciones de la antecedente, se produjo una profunda descristianización de la organización, llegando incluso a prescindir de la creencia en el G:. A:. D:. U:.


Es esta Masonería filosófica o especulativa la que, para explicar sus orígenes, defiende celosamente su tradición templaria. La tradición interna de la Orden Masónica afirma que Jacobo de Molay, el último maestre de los Templarios, hizo crear poco antes de ser quemado en la hoguera cuatro grandes Logias Masónicas. Estos mismos rituales remontan a Salomón, el monarca israelita, los orígenes del Arte que practicamos. Pero, algunos tratadistas afirman que este llegó a occidente a través de los Caballeros del Templo de Salomón. Es decir, defienden que la Masonería se había configurado en Tierra Santa por obra de las órdenes militares, especialmente la del Temple, fueron estas fraternidades de constructores llegadas a occidente las que habrían originado la Francmasonería moderna. Con ellos habrían traído el arte gótico, cuya propagación el Temple financió.

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lunes, 27 de febrero de 2017

“¿PERO QUÉ ES LIBREPENSAMIENTO?”

“¿PERO QUÉ ES LIBREPENSAMIENTO?”
Por Spinelli

¿Pero qué es Librepensamiento?

Librepensamiento: “(…) la libertad irrestricta del pensamiento y el hacer saber sus pensamientos no es un derecho del ciudadano” .

En estos términos se expresaba el León XIII la Encíclica Inmortale Dei promulgada en 1885. ¡En 1885, casi dos siglos después del nacimiento de Kant, Rosseau, Voltaire y Diderot; tres siglos después de Leibniz, Descartes y Spinoza!

Como es fácil de comprobar, la Ilustración no consiguió establecer en nuestra sociedad como idea indiscutida que la libertad de pensamiento es una facultad irrenunciable del individuo.

A la hora de aproximarnos al concepto de librepensamiento no podemos evitar tomar como punto de partida la definición dada por Kant en su famosa conferencia pronunciada en 1784 bajo el título “Qué es la Ilustración” .

“Ilustración” decía “significa la salida del hombre de una minoría de edad cuyo responsable es él mismo. Esta minoría de edad significa la incapacidad para servirse de su entendimiento sin verse guiado por algún otro. (…) Sapere aude! ¡Ten valor para servirte de tu propio entendimiento! Tal es el lema de la Iustración”.

BASTA CON TENER UN LIBRO QUE SUPLA MI ENTENDIMIENTO, ALGUIEN QUE VELE POR MI ALMA Y HAGA LAS VECES DE MI CONCIENCIA MORAL

El filósofo prusiano alude a un concepto clave: la autonomía moral, es decir, desembarazarse de cualquier “tutela” ajena al individuo. Y respecto a esta tutela, Kant alude a un segundo elemento, la voluntad del individuo de pensar libremente. “Es tan cómodo” señala “ser menor de edad. Basta con tener un libro que supla mi entendimiento, alguien que vele por mi alma y haga las veces de mi conciencia moral, a un médico que me prescriba mi dieta, etc, para que yo no tenga que tomarme tales molestias. No me hace falta pensar, siempre que pueda pagar, otros asumirán por mí tan engorrosa tarea”.

Cabe precisar que Kant no descalifica al libro, al sacerdote o al médico. Lo que descalifica es la actitud del individuo que prescinde de la distancia reflexiva que merecen éstas fuentes.

Por lo tanto, Kant señala dos elementos básicos que integran el librepensamiento: la ausencia de tutela moral por una parte y la voluntad para desembarazarse de las mismas por otra. Por eso, para saber, primero hay que atreverse. Para hallar las respuestas exactas, primero hay que preguntarse, ese concepto epistemológico tan socrático. Y para llegar a preguntarse, hay que dudar. He aquí el tercero de los elementos definitorios que buscamos: la duda. Como decía Borges “la duda es uno de los nombres de la inteligencia”.

La voluntad; ante todo, la voluntad. La voluntad y la determinación. Librepensamiento implica la voluntad de ser libre y la determinación de conocer y, para ello, de conocerse (gnosce te ipsum).

TODA CONVICCIÓN ES UNA CÁRCEL

Y en este punto conviene hacer referencia a la importancia de la instrucción del niño, de una educación libre de dogmatismos y prejuicios para que el niño pueda alcanzar su mayoría de edad, además de fisiológica, también la moral. El pedagogo Ferrer i Guàrdia, vilmente asesinado tras ser acusado de un delito que no cometió, señalaba que “si al hombre, en la primera edad de la vida, se le alecciona con fábulas, con errores de toda especie, con lo opuesto a la orientación de la ciencia, ¿qué cabe esperar de su porvenir? Cuando el niño evolucione” concluye con contundencia, “será un obstáculo al progreso” .

En efecto, la construcción de una sociedad de ciudadanos libres y autónomos comienza en las escuelas y en los hogares. Comienza enseñando a los niños a hacerse preguntas en lugar de darles respuestas. Comienza proporcionándoles las herramientas para aprender, para investigar, para liberarse de su propia ignorancia. En definitiva, para ser capaces de salir, poco a poco, de su minoría de edad.

Otra referencia interesante para aproximarnos al concepto de librepensamiento es Nieztche cuando dice que “toda convicción es una cárcel”. El autor desarrolla esta idea de la siguiente manera: “El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo”.

Ser libre es, por tanto, ponernos delante del espejo y darnos cuenta de que en la búsqueda de la verdad a menudo nosotros mismos somos nuestro peor enemigo. Es cuestionarnos nuestras convicciones y ser capaces de rectificarlas sin reparos si se nos revela que éstas eran erróneas. Y éste es un camino que no tiene fin, lo que en masonería simbolizamos afirmando que un francmasón siempre es aprendiz con independencia del grado que le hayan reconocido sus hermanos.

Otra concepción interesante de librepensamiento, y a menudo olvidada, nos la proporciona el Psicoanálisis. Para Freud y su discípulo Jüng, el individuo nace en una situación de dependencia de sus padres y según va creciendo va liberándose de dicha relación de dependencia. Si no lo hace del todo, especialmente si el niño no es capaz de superar la imagen de la madre o la niña la imagen del padre, aparecen reacciones neuróticas que condicionarán el resto de su vida.

En definitiva, ejercer el librepensamiento requiere tener juicio crítico. “El pensar bien”, dice Jaime Balmes, “consiste: o en conocer la verdad o en dirigir el entendimiento por el camino que conduce a ella” . Y por eso no cabe confundir el librepensamiento con el pensamiento anárquico o aleatorio. Balmes apunta por tanto a lo que podría ser un cuarto elemento: el método, y de eso trata su famoso ensayo “El criterio”.

En este punto resulta necesario mencionar una confusión que a menudo se produce entre tener sentido crítico y tener una actitud adversa hacia cualquier situación planteada.

TENER JUICIO CRÍTICO IMPLICA TENER CAPACIDAD DE PONDERACIÓN

Dicho de otro modo. Ser crítico no es criticarlo todo ni viceversa. Muy al contrario, tener juicio crítico implica tener capacidad de ponderación y saber hallar las luces y los aciertos en las proposiciones que se nos representan esencialmente equivocadas. Significa tener el aplomo suficiente para huir de adanismos que nos llevan a pensar que todo lo anterior es inútil, desechando lo construido hasta el momento. Conlleva analizar los argumentos ad causam, es decir, en cuanto al argumento en sí, y no ad personam, esto es, en función de quién los ha formulado.

Por tanto, el librepensamiento requiere autonomía moral del individuo, voluntad de desembarazarse de tutelas de terceros, dudar de los juicios ya establecidos y un cierto método. Pero por encima de todo requiere una férrea voluntad de alcanzar la libertad.

¿Libertad para qué?

Libertad para ser libre.

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domingo, 26 de febrero de 2017

La religión en la que todos los hombres están de acuerdo.

La religión en la que todos los hombres están de acuerdo.

El Delta, un símbolo omnipresente en templos cristianos.

La indagación sobre conceptos como “religión civil” o “religión positivista”, de un lado, o como “religión de la Humanidad” o “religión natural”, de otro, tropieza, si es honesta consigo misma, con las Constituciones de los Francmasones de 1723, cuya autoría se atribuye al pastor James Anderson, bajo el impulso de un hugonote francés refugiado en Londres, Jean-Teophile Desaguliers. Al enumerar los deberes de un francmasón, Anderson describe en primer lugar la obediencia a la Ley moral y la adscripción a la religión en la que todos los hombres están de acuerdo, dejando a cada uno libre en sus individuales opiniones. Cuando en 2017 van a cumplirse trescientos años de la fundación en Londres de la Francmasonería especulativa puede resultar oportuno revisitar algunas ideas sobre la Orden al hilo de su adscripción, de un modo u otro, a la religión de la Humanidad.

La Francmasonería no es una religión, por lo que no cabe decir que sea la Orden la que encarna esa religión en la que todos los hombres están de acuerdo. Tal religión es un deber que el Francmasón cumple de acuerdo con uno de los principios basilares de la institución en la que se ha iniciado, el respeto a la más absoluta libertad de conciencia.

Entiéndase bien, los símbolos para el francmasón no constituyen nunca una finalidad en sí misma o un dogma, sino un medio de inspiración de la libertad interpretativa, una sugerencia para avanzar en el conocimiento y en la ética. Esta es la razón de que los cuatro pilares del Templo, junto a los tres tradicionales de la Sabiduría, la Belleza y la Fuerza, incorporen al propio masón individual, comprometido en la búsqueda permanente de los valores representados por los otros tres pilares. De la combinación de los cuatro elementos, se espera un ser diferencial con identidad propia, que sería el referente cualitativo de la quinta esencia alquímica.

La iniciación de los aprendices masones, y con ella la de los demás grados, hasta el 33º en el Rito Escocés, está ligada, precisamente a la interiorización paulatina del carácter paciente, tolerante y abierto de los hijos de la viuda. Ésta es la aportación masónica al humanismo o a la religión de la humanidad, que tienen la virtud de unir en lugar de separar a los seres humanos en torno a una espiritualidad liberal.

Pero la búsqueda de lo sagrado en el interior del ser humano en la que se esfuerzan los Francmasones, no se opone a las religiones positivas. Del mismo modo, el principio de laicidad no interfiere, de entrada, con el contenido sustantivo de las convicciones y de las creencias, sino con las prácticas de las respectivas jerarquías, pastores, imanes, rabinos o titulares de cualquier potestad eclesiástica, autoridad y potestad auto otorgada que no delegada por los ciudadanos, en el sentido más amplio de este término. La laicidad es respetuosa hasta el extremo con la religión, la laicidad no es antirreligiosa en ningún caso, porque nace del reconocimiento de la libertad en esta materia.

La laicidad es exigente, sin embargo, con las condiciones en las que cada ciudadano desarrolla su vida espiritual, para que esta dimensión tan importante del ser humano se halle siempre exenta de imposiciones o servidumbres. Son la arrogancia, la intolerancia, la tiranía del dogma, de la imposición prepotente las que no se contemplan en la masonería

Resalta de nuevo el que he llamado vector interno de la libertad en esta materia, es decir, el derecho a ejercer la misma en el seno de la intimidad personal, aquella dimensión del ser humano que éste puede vivir solo o acompañado, pero que le es propia y que está protegida de cualquier intromisión indeseada. La intimidad es uno de los frutos de la Ilustración y uno de los caracteres definitorios de la Modernidad, hasta el extremo que ha merecido protección constitucional. Por si hiciera falta, recuerdo nuevamente que el derecho a vivir la ideología, la religión o las creencias en la intimidad es, como su nombre indica, un derecho que anida en su liberad de conciencia, y no un deber.

La exteriorización de la ideología, de la religión o de las creencias es un derecho asociado al vector externo de esta libertad, al mismo tiempo que tampoco es un deber. Que nadie interprete, por tanto, que el principio de laicidad arrincona la religión en las sacristías –una acusación frecuente del clericalismo-, sino que permite vivir la ideología, la religión, las creencias y, por tanto, las increencias, del modo que cada persona o que cada grupo desee.

Lo que puede llamarse religión de la masonería, la religión a la que se refería el pastor Anderson, no predicaría, ni afirmaría, ni negaría, al dios o a los dioses de las religiones de las que la humanidad se ha dotado en su peregrinar por la tierra. La religión de la masonería sería la libertad de cultos, el respeto a la autonomía moral de cada persona, la independencia del poder civil respecto de los poderes religiosos, la capacidad de dialogar con las opciones religiosas y filosóficas del ser humano que sean capaces de dialogar entre ellas, en lugar de predicar la guerra santa, para hallar los cimientos de un edificio imaginario, pero posible, de paz y de concordia. La religión de la masonería es la defensa de la laicidad concebida como el resultado de ese común esfuerzo constructor, de un esfuerzo colectivo donde reina la esencia del Arte Real por antonomasia: la gran fraternidad en la que se integran, como señala un ritual del Supremo Consejo fechado en 1907, todos los hombres sabios, donde desde una sabiduría serena se aceptan todas las posibles emanaciones de la libertad de conciencia.

Joan-Francesc Pont Clemente
http://www.xn--masoneriaespaola-jub.com/la-religion-en-la-que-todos-los-hombres-estan-de-acuerdo/

sábado, 25 de febrero de 2017

Laicismo, religión y masonería

Laicismo, religión y masonería


La masonería no es una religión ni un sustituto de la religión. No impone ni recomienda ninguna fe o la falta de ella. Así pues, un masón puede profesar la religión que desee o ninguna sin entrar en contradicción con los principios masónicos.

La masoneria regular adogmatica se ha declarado laica, que en ningun caso significa antirreligiosa.

El laicismo reposa en el principio de la libertad absoluta de conciencia. Libertad de espíritu: emancipación respecto de todos los dogmas: derecho a creer o no creer en Dios; autonomía del pensamiento frente a las limitaciones religiosas, políticas, económicas; liberación de los modos de vida en relación con los tabúes, ideas dominantes e ideas dogmáticas.

La “laicidad” intenta liberar al ciudadano de todo lo que aliena o pervierte el pensamiento, especialmente las creencias atávicas, los prejuicios, las ideas preconcebidas, los dogmas, las ideologías opresoras, las presiones de orden cultural, económico, social, político o religioso, trata de desarrollar en el ser humano, en el cuadro de una formación intelectual, moral y cívica permanente, el espíritu crítico así como el sentido de la solidaridad y de la fraternidad.

La masonería respeta sobremanera a los creyentes y a las iglesias, defiende su derecho y su deber a su auto-gestión y auto-financiación, para que, en plena libertad puedan desarrollar sus actividades sin ingerencias externas.

Sin embargo, algunas iglesias, en especial la católica, si son combativas contra la masonería, principalmente esgrimen una razón: “Los masones tienen un concepto de la divinidad opuesto al de la revelación judeo-cristiana. No aceptan al Dios Trino, único y verdadero. Su deidad es impersonal. El falso dios de la razón.”

Sin embargo, algunas iglesias, en especial la católica, si son combativas contra la masonería, principalmente esgrimen una razón: “Los masones tienen un concepto de la divinidad opuesto al de la revelación judeo-cristiana. No aceptan al Dios Trino, único y verdadero. Su deidad es impersonal. El falso dios de la razón.”

Pueden consultar los documentos donde el catolicismo prohíbe la masonería:

Clemente XII, In Eminenti, 24 abril, 1738.
Benedicto XIV, Providas, 18 mayo, 1751.
Pío VII, Ecclesiam a Jesu Christo, 13 sept., 1821.
León XII, Quo Graviora, 13 marzo, 1825.
Pío VIII, Traditi Humilitati, encíclica, 24 mayo, 1829.
Gregorio XVI, Mirari Vos, encíclica, 15 agosto, 1832.
Pío IX, Qui Pluribus, encíclica. 9 nov., 1846.
León XIII, Humanum Genus, encíclica, 20 abril, 1884.
León XIII, Dall’alto dell’Apostolico Seggio, encíclica, 15 de octubre1890.
León XIII, Inimica Vos, encíclica 8 diciembre, 1892.
León XIII, Custodi Di Quella Fede, encíclica 8 diciembre, 1892.

Otras religiones, especialmente las monoteistas, han condenado igualmente la masonería.

http://www.masoneria.es/laicismo-religion-y-masoneria/

viernes, 24 de febrero de 2017

La Masonería y el Pensamiento Político Aristotélico

Mario Morales Charris 33º


Para conservar una metodología, es preciso comenzar nuestro estudio definiendo lo que es la política.

El diccionario de la Real Academia Española la define como el “Arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados”. “2. Actividad de los que rigen o aspiran a regir los asuntos públicos”. “3. Actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo”. “4. Cortesía y buen modo de portarse”. “(…)”. “6. Orientaciones o directrices que rigen la actuación de una persona o entidad en un asunto o campo determinado”. En todo caso podríamos decir que es la parte de la ciencia del gobierno que abarca todos los fines de la asociación civil y sus orígenes y derivaciones.

La base, la naturaleza de la política, es el conocimiento del ser humano. Por tanto, de ese conocimiento nacen o proceden las instituciones civiles y políticas.

Como quiera que la naturaleza de nuestra Institución es el ser humano, preguntamos: ¿entonces la Masonería es una organización política? ..¿interviene en política?

Quienes piensan que la Masonería es una organización política, están totalmente equivocados, porque en su contexto esencial, su campo de acción es el ser humano, eso es cierto. Pero, se manifiesta de esta manera como una agrupación plural que actúa mediante la cadena de unión en la colectividad, donde el respeto a las libres opiniones individuales se engrandece por la exaltación compuesta de una relación de principios, que forman la médula espinal de la filosofía Masónica. No es un partido político, pero el Masón no debe estar al margen de los grandes problemas políticos de los pueblos y del mundo entero.

En el seno de la Masonería conviven hombres de diversos partidos democráticos y de diversas concepciones sociológicas, mientras sean respetuosos y tolerantes. Desafortunadamente –como lo expresamos en nuestro ensayo, publicado en la Plancha Masónica Nº 7, p. 28– donde decimos, “(…) para que permanezca callada, ciega a la realidad que la rodea y de espaldas a sus orígenes, el mundo anglosajón dispuso que la Masonería no debe participar en política, ni opinar de religión y, aquella Obediencia que lo haga será declarada “irregular”, desconocida y apartada de las Grandes Logias autoproclamadas “regulares” (…)” Pues bien, nosotros tenemos otro perfil filosófico como Masones progresistas q somos. Es cierto que dentro de los objetivos la Francmasonería admite de su membresía ideologías democráticas y sensibilidad social, como exigen que la Masonería deba actuar, cada tiempo y lugar, en el contexto político-social en que desarrolle su actividad. Pero, no mediante la lucha partidaria, opción legítima de cada Masón, sino en el ámbito moral e intelectual de la reflexión y del análisis, de las ideas, etc. Es en este contexto donde el trabajo de la Masonería debe ser, además, política y socialmente influyente, debido a que se trata, al fin y al cabo, de perfeccionar la verdad. Así lo leemos en su triple postulado, de libertad, igualdad y fraternidad, como en el de justicia y equidad. Éstos, inequívocamente fines políticos, y como tales socialmente trascendentes, conforman el ideario Masónico: un conjunto de conexos que la Masonería y los Masones tenemos, en cada momento y circunstancia, la obligación de resguardar y promover. Como también para evitar que nuestra civilización se quebrante, incapaz de sostenerse ante la crisis de valores, el avance de la ciencia, la tecnología, el poder del dinero y la concentración de capitales, reflejados en la conformación de bloques y modelos económicos en detrimento de la gran mayoría de la sociedad en el mundo, que es la más pobre, generando de este modo, desigualdad, injusticia e inequidad social. Por estos motivos, siempre hemos afirmado y no nos cansaremos de decirlo que, en un Estado de gobierno las variables de lo social, político y económico, van cogidas de la mano, son inseparables. Por consiguiente, para la Masonería como Institución Social, le es imposible darle la espalda a la política. Pero lo que no es ni ha sido jamás, es un partido político ni una organización militante al servicio de tal o cual encumbrada personalidad.

Indudablemente que la Revolución Francesa, la lucha de independencia por la emancipación de los pueblos coloniales de América, hasta la estructura jurídico–política de República que adoptaron todas sus Constituciones, llevan el innegable sello de las ideas y acciones Masónicas porque los hechos del momento histórico así lo exigía. Luego, la Francmasonería como Institución esencialmente humanista y libertaria, no debía ni podía darse por desentendida a la realidad de ese momento histórico, a pesar de no ser, repetimos, un grupo político, tenía que participar por la libertad para que reinara la paz. Precisamente por su talante de liberal y su rechazo al totalitarismo, la Masonería ha sido siempre perseguida por todas las dictaduras, desde el comunismo hasta el fascismo, podemos citar como ejemplo, entre otros, a Hitler, Stalin, Mussolini, Franco, etc.

Ahora sí, teniendo claro los conceptos de política y qué pensamos los Masones progresistas con relación a ella, procedamos a exponer sucintamente, por cuestiones de espacio, el Pensamiento Político Aristotélico, que es nuestro objetivo. Asimismo, daremos a conocer nuestra posición frente a la Doctrina de Aristóteles.

De pronto estamos equivocados, pero podríamos afirmar que un número importante de las personas ilustradas tienen, de un modo u otro, idea sobre el pensamiento de Aristóteles. Es de anotar, que la concepción de un Aristóteles que habría nacido con el sistema filosófico ya formado en su cabeza, como pretenden darlo a conocer algunos teóricos, es falso. Pues, era el producto y compilación de la filosofía de su tiempo y de épocas anteriores. Por consiguiente, Aristóteles no hizo más que sistematizar los hechos que tenía frente a él más los resumidos de períodos pasados. En todo caso, de esta doctrina emergen sinceramente todas las formas políticas que han regulado el mundo antiguo y de los cuales se han esparcido algunas ramificaciones a las sociedades modernas y posmodernas.

De este modo, distinguimos en la filosofía aristotélica tres fases fundamentales:

La primera es la de la Academia. Aristóteles nace en el año 385 antes de esta era, en Estagira, aldea de la Macedonia, de manera que pertenece a la periferia de la cultura griega. En el 367 se traslada a Atenas y se incorpora a la Academia platónica. Las obras de esa época expresan palmariamente la influencia platónica, aunque de ninguna manera se les puede negar originalidad.

La segunda comienza con el alejamiento de la Academia, en el 347, que coincide con la muerte de Platón. Se dirige a Asos, Asia Menor, donde reinaba Hermias, de quien se transforma en consejero e inicia sus investigaciones biológicas. Luego pasa a Mitilene, en la isla de Lesbos, donde se encuentra con Teofrasto que será su gran amigo, y finalmente a Pela, Macedonia, como preceptor de Alejandro, el hijo del rey de Macedonia, Filipo II. Esta etapa dura del 347 al 335. Es una etapa intermedia, en la que Aristóteles va madurando su propio pensamiento, entablando una aguda discusión tanto con el Platón real –el de los diálogos que conocemos– como con el Platón que él llevaba dentro.

La tercera etapa, que podemos denominar propiamente aristotélica, transcurre nuevamente en Atenas, en la que funda el Liceo. Aristóteles ya ha madurado su propio pensamiento. Funda la escuela peripatética. La etapa se extiende desde el 335 al 323, cuando muere Alejandro Magno y crece en Atenas el clima antimacedónico. Aristóteles se traslada a la isla de Eubea, donde muere al año siguiente. Pues bien, pero ¿qué planteaba Aristóteles en su filosofía política? Éste la construye sobre su pilar fundamental, la naturaleza del hombre, concebida como social.

Según Aristóteles, genéticamente, el individuo y la familia son anteriores al Estado (polis), pero naturalmente, no. Las familias surgen de la necesidad de la especie humana para procrear y subsistir como especie. Esta es la unión primera entre hombres.

Es imperioso ver como se forma progresivamente, a través de sus partes, la polis (ciudad-Estado) si se quiere lograr una entera compresión de la función que cumple la naturaleza del hombre en la teoría aristotélica. Aristóteles entiende que los hombres, en un principio sólo se reúnen en familias. Luego, por necesidad, muchas de estas familias conformarán aldeas, y por ultimo, del mismo modo, muchas aldeas constituirán la polis. Pero en este recorrido desde la familia a la polis la teoría aristotélica deja entrever que la evolución lograda no es cualitativa, sino que simplemente es cuantitativa. Esto implica que la polis no es sino la prolongación de la naturaleza que en un principio fue artífice de la formación de la familia. No hay una ruptura, el proceso que une la familia a la polis es continuo. Y tal continuidad muestra de ineludible manera que el desarrollo es único y circunscrito por la naturaleza. Efectivamente, para la teoría aristotélica, la naturaleza logra su propósito en el fin del camino: la polis (ciudad o Estado).

Lo antedicho trae implícito que Aristóteles entiende que lo que caracteriza de manera suma a la naturaleza del hombre es el existir de modo integrante. Escribe: "...se colige claramente que la ciudad es una de las cosas más naturales, y que el hombre, por su naturaleza, es animal político o civil...". En otras palabras, Aristóteles nos está dejando entrever a través de esta afirmación que tan sólo en la polis la naturaleza fundamental del hombre se expresa de manera plena. Asimismo, refiriéndose a la polis, manifiesta: "...aquello por cuya causa es lo demás y que es su fin, es lo mejor de todo, pues la bastante suficiencia es el fin y lo mejor". Dicho de otro modo, todas las relaciones llevadas a cabo entre los hombres tienden, de manera teleológica, a su estado de mayor naturaleza: la ciudad. Lo que significa que carecerán de sentido de suprimir a esta ultima. Si recordamos la metafísica de Aristóteles el fin forma parte de la causa. La naturaleza que en un principio da como resultado la familia y logra su fin en la polis, es la razón de que la polis, interpretada como un todo, sea la causa de cada una de sus partes.

Pero esto no es todo, por esta razón todas las relaciones que se den quedan justificadas como naturales bajo la unidad orgánica de la polis. Así, de esta manera, se puede aseverar que es algo natural que algunos hombres queden sometidos bajo otros hombres. Comprender esto no es tarea complicada siguiendo el próximo esquema: la ciudad es la manifestación máxima de la naturaleza del hombre, por ende cada una de sus partes, de la misma forma, también lo es, y ya que la realidad de la familia sólo se justifica desde la polis, y por eso es manifestación de la naturaleza del hombre, todas las relaciones que en ésta se dan son del mismo modo. Como resultante de esto se tiene que es totalmente pertinente a la naturaleza del hombre la relación entre el amo y el esclavo. Aristóteles no puede comprender otra manera de funcionamiento de la familia, pues recordando sus propias palabras podemos decir que si los peines por sí mismos tejiesen y la pluma por sí misma tocase la cítara, como los instrumentos de Dédalos, los señores, y como tal las familias, no tendrían necesidad de siervos. O sea, el esclavo es funcionalmente imprescindible para la familia y, por ello, indispensable para la polis.

Por consiguiente desde la naturaleza gregaria del hombre, que llega a su fin en la polis, quedan entendidas como totalmente idóneas las diferentes jerarquías. En otras palabras, si entendemos esta cuestión como Aristóteles lo hace, entre los hombres hay unos que nacen para ser amos y otros que nacen para ser esclavos, y esto se debe a que la naturaleza provee a unos de las cualidades necesarias para la obediencia y a otros de las necesarias para el mando.

La naturaleza en esta teoría divide a los hombres en dos tipos, unos libres y aptos para la vida social, los otros simplemente esclavos. Aristóteles lo explica de la manera siguiente: "Porque el regir y el ser regidos no solamente es cosa que la necesidad requiera, sino también cosa conveniente; y ya desde el nacimiento de cada uno salen unos para ser mandados y otros para mandar". Entendido de esta manera la celebre naturaleza política de los hombres formulada por esta teoría sólo abarcaría a los libres. O también puede resultar que Aristóteles no considere hombres a los siervos, sino sólo un artefacto de la oikia o casa (esta cuestión es muy discutible). Una manera más simple de explicarlo, y la que elegiremos aquí, será que esta naturaleza del hombre, que es ser animal político o civil, es la que da como resultado las jerarquías, y que por esta razón quienes consten de ésta serán divididos en amos y esclavos; de ahí que Aristóteles entienda no sólo como necesario, sino también como conveniente, que algunos obedezcan.

Aristóteles justifica la esclavitud (aunque en rigor no concibe otra posibilidad y por lo tanto formular justifica es inadecuado) entendiendo al siervo como un instrumento del que el amo puede valerse, y no porque haya una ley que así lo disponga, o una convención, sino que el siervo es de su señor porque su condición natural lo requiere de esa manera. Por eso escribe: "Todo aquel que puede ser de otro es naturalmente siervo, y por esto se dice ser de otro el que hasta tanto alcanza razón que pueda percibirla, mas no la tiene en sí". La naturaleza aquí claramente juega un doble papel, los cuales derivarán naturalmente en las jerarquías; por un lado a todos los hombres los hace gregarios, y por otro lado les entrega diferentes capacidades intelectuales y físicas.

El soporte del que parte Aristóteles, el hombre como animal político, no solamente se reduce a una simple argumentación teórica de la esclavitud o de las jerarquías, verlo de esa manera es pecar gravemente de descuido. Aunque bien, este fundamento es la base de la que parte Aristóteles para poder concebir que haya naturalmente algunos hombres libres y otros siervos, diferencia crucial e indispensable para el funcionamiento de la polis griega. Tal pilar es una categoría absoluta propia del grado de abstracción vital para la filosofía. Aristóteles, en otras palabras, no hace más que tomar como ente de su epistemología a la polis, hace una hermenéutica formidable de lo social, y tal labor finalmente lo lleva a concebir que la esencia de ésta se encuentre en la naturaleza del hombre, hombre que evidentemente es entendido como político.

En resumen el hombre libre es el único que ejerce los derechos políticos, debido a que es quien los posee, como esposo, manda a su esposa; como padre a sus hijos, y como amo a sus esclavos. También son distintos en sus virtudes y sus deberes. Sin embargo, lo que nos interesa hacer notar es que Aristóteles considera iguales a todos los hombres libres, y que, según él, todos deben igualmente ser llamados al ejercicio de los derechos y deberes políticos.

Por lo visto, las comunidades primitivas y la esclavista justificaban la desigualdad social por otra desigualdad natural entre los seres humanos. Luego, tenían ideas mucho menos justas y mucho menos elevadas sobre la naturaleza del hombre que nosotros. Pero, no podemos desconocer que de sus ideas brotaban resultados más rigurosamente lógicos que los nuestros.

Es de gran valor, antes de continuar con nuestra exposición, aclarar que Aristóteles vivió en una época en que las relaciones de explotación del hombre por el hombre, era precisamente el esclavismo. Estas relaciones tenían como base la propiedad privada tanto de la tierra, las herramientas, como los trabajadores o esclavos. Los hombres esclavos eran considerados como unos instrumentos parlantes. Luego, no pudo visionar más allá de lo que veía en su momento histórico y de lo que había investigado de las comunidades primitivas. En todo caso, los aportes que hizo a la filosofía y a la ciencia en general son tan valiosos, que en plena época posmoderna, todavía los estamos estudiando.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, preguntamos, ¿cuál es la posición de la Francmasonería sobre el Pensamiento Político Aristotélico?

En primer lugar, podemos señalar que la Masonería admite la igualdad original del ser humano. Éste cualquiera que sea su entorno social, lo consideramos como un ser inteligente, dotado de voluntad y de razón que lo diferencia del resto de los animales. Por ello, todos los seres humanos son para nosotros naturalmente libres, lo que para Aristóteles y los antiguos era apenas una minoría muy reducida. En consecuencia, nosotros los Masones reconocemos que en la humanidad no existen dos especies de hombres sino una sola, por lo que no podemos estar de acuerdo y por ende, censuramos el pensamiento de la esclavitud.

En segundo lugar, podemos afirmar que los elementos constitutivos de las sociedades actuales, son totalmente diferentes a los que se encontraban en la era en que vivió Aristóteles. Por consiguiente, valdría la pena resumir en dos puntos nuestros principios en relación con la materia: a) que todos los individuos de la raza humana, naturalmente iguales, poseen naturalmente derechos idénticos y b) que estos derechos proceden o se originan de su propia naturaleza.

Tercero, somos concientes de que no todos los individuos de la raza humana son igualmente aptos para ejercer el poder. Que en la sociedad existen diversas funciones. Pero, asimismo hay seres humanos con aptitudes diferentes. Por lo tanto, estas diferencias no pueden ser consideradas como señal de una desigualdad específica. De la misma manera, las funciones no pueden ser un privilegio para algunos y una carga para otros. Todos deben ser igualmente admitidos. La equidad quiere que así sea y la política lo ordena. Ahora bien, planteamos esto porque sabemos que la equidad junto con la justicia, la sabiduría y la fuerza es una de las bases que hacen indestructible a la Masonería. También es evidente que el objetivo de la política no solamente es organizar internamente la sociedad. Se necesita igualmente que arregle las relaciones de las distintas sociedades entre sí. En el caso, por ejemplo, en que exista diferencia entre los ciudadanos en el seno de una sociedad, para eso está la justicia quien resolverá tal discrepancia y todos están obligados a someterse a su fallo. Indudablemente, la justicia para nosotros los Masones es una virtud moral que inspira el respeto de los derechos de otros, y que hace que se dé a cada cual lo que le pertenece. En cambio de nación a nación no existe jerarquía sino soberanías. De ahí, que no hayan jueces y por ello, en las transacciones internacionales cada quien se obliga hacer justicia por sí mismo. Por desgracia, los países más fuertes económica, militar y políticamente son los encargados de “administrar justicia” entre los pueblos del mundo. Trayendo como consecuencia la guerra, lo que a su vez se convierte en desolación, barbarie y violación de los derechos humanos, con lo cual y por principio nunca podremos estar de acuerdo.

CONCLUSIONES:

1. Aun no siendo la Masonería una organización política, y ocupándose, como lo hace, principalmente de la evolución personal de cada hombre, resultaría absurdo que forjase guerreros del progreso y conductores de la humanidad y les prohibiese toda actividad política, ya que en la realización de logros concretos, está la justificación histórica de la Institución. De lo cual resulta que, individualmente, los Masones sí intervienen activamente en la política de sus países cuando la ignorancia, el fanatismo o la ambición, tratan de sojuzgar a los pueblos.

2. La Masonería debe hacer sentir su voz, contribuir y continuar con su esfuerzo por la fraternidad universal de culturas y sentimientos, ratificando su obligación o responsabilidad con la razón y con el amor, únicas herramientas idóneas o sabias para orientar la sociedad. Esto, como un medio para el progreso de los hombres y de la humanidad, como una organización que destaca el valor preponderante de la libertad y el esfuerzo sublime a la vida, la democracia como forma superior de convivencia, la tolerancia, el respeto y la paz.

3. Para Aristóteles “la polis (ciudad-Estado) es una de las cosas naturales”, es decir, de las cosas “por naturaleza”, por esencia. El hombre es “por naturaleza”, por esencia, un “animal político”, esto es, “un animal de la polis”. En lugar de “animal político” se suele traducir “animal social”. Entendemos que de esa manera no se es fiel al verdadero Pensamiento Aristotélico. Aristóteles afirma que la participación en la polis como ciudadano es algo “por naturaleza”, algo esencial al ser humano.

4. Aristóteles cree, que entre los hombres hay unos que nacen para ser amos y otros que nacen para ser esclavos, y esto se debe a que la naturaleza provee a unos de las cualidades necesarias para la obediencia y a otros de las necesarias para el mando. Para la Masonería, todos los hombres por naturaleza son iguales, Por tanto, censuramos la esclavitud.

Referencias bibliográficas

La Política. Aristóteles. Editorial Bedout, S. A. 30 de abril de 1982. Medellín.
Etica Nicomaquea, Aristóteles, México, UNAM (2da ed., 1983). (Edición bilingüe. Traducción de Antonio Gómez Robledo).
Ética como amor propio. Sabater, Fernando. Editorial Grijalbo. 8 de octubre de 1998. Barcelona.
Filosofía política aristotélica. Dri Rubén. En Internet.
En Defensa de la Masonería. Acereda, Alberto. En Internet
Masonería y Política. Revista Masónica La Acacia Nº 5. Logia Miguel Servet. España.
Reflexiones sobre el Pensamiento Masónico Inglés. Morales Charris, Mario. Revista Plancha Masónica Nº 7. Gran Logia del Norte de Colombia. Barranquilla.
Masonería y Sociedad. Página Oficial de la Respetable Logia Simbólica “Ollincipactli” No. 227. México. D. F. En Internet.
La Masonería, interviene en política. José Valdemar Portillo López. México. En Internet.
Ética y Política http://www.cibernous.com/autores/aristoteles/teoria/etica/etica.html
11. Diccionario Enciclopédico de la Masonería. Frau Abrines, Lorenzo. Tomos I y II. Editorial del Valle de México. 30 de septiembre de 1981. México. D. F.
12. Diccionario de la Real Academia Española. Vigésima edición. Editorial Espase-Calpe, S. A. 24 de diciembre de 1984. Madrid, España.

http://reflexionesmasonicas.blogspot.pe/search?updated-min=2006-12-31T21:00:00-08:00&updated-max=2007-08-27T07:30:00-05:00&max-results=43&start=8&by-date=false

jueves, 23 de febrero de 2017

CONSTITUCIONES DE ANDERSON

CONSTITUCIONES DE ANDERSON 
Johnny Vargas Vargas - Martín Ledezma Periza - Fernando Ledezma Periza  

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La redacción de las Constituciones que en adelante iban a ser la pauta a seguir por la Orden. De una forma simbólica se hace constar en ellas que a partir de entonces ya no será la catedral un templo de piedra a construir, sino que el edificio que habrá de levantarse será la catedral del Universo, es decir, la misma Humanidad. 

El trabajo sobre la piedra bruta destinada a convertirse en cúbica, es decir, apta a las exigencias constructivas, será el hombre, quien habrá de irse puliendo en contacto con sus semejantes a través de una enseñanza en gran parte simbólica. Cada útil o herramienta de los picapedreros recibirá un sentido simbólico: la escuadra, para regular las acciones; el compás, para mantenerse en los límites con todos los hombres, especialmente con los hermanos masones. El delantal, símbolo del trabajo, que con su blancura indica el candor de las costumbres y la igualdad; los guantes blancos que recuerdan al francmasón que no debe jamás mancharse las manos con la iniquidad, etc. 

La Masonería se convertía, pues en el lugar de encuentro de hombres de cierta cultura, con inquietudes intelectuales, interesados por el humanismo como fraternidad, por encima de las separaciones y de las oposiciones sectarias, que tantos sufrimientos habían acarreado a Europa la Reforma, por una parte, y la Contra reforma, por otra. Les animaba un espíritu universalista y el deseo de encontrarse en una atmósfera de tolerancia y fraternidad. El artículo fundamental de las Constituciones de 1723 lo subraya claramente al afirmar que "Aún cuando en los tiempos antiguos los masones estaban obligados a practicar la religión que se observaba en los países donde habitaban, hoy se ha creído más oportuno, no imponerle otra religión que aquella en que todos los hombres están de acuerdo, y dejarles completa libertad respecto a sus opiniones personales. Esta religión consiste en ser hombre buenos y leales, es decir, hombres de honor y de probidad, cualquiera que sea la diferencia de sus nombres o de sus convicciones." 

Otro artículo precisa que en las reuniones que cuando los trabajos están cerrados y los hermanos están reunidos fuera de la logia pueden dedicarse a placeres inocentes evitando los excesos de todo género, y sobre todo absteniéndose de decir y de hacer cosa alguna que pudiere herir o romper la buena armonía que entre todos debe reinar siempre; por ésta razón, no deben llevarse a éstas reuniones, odios privados sin motivo alguno de discordia y sobre todo, deben evitarse en absoluto las discusiones sobre religión y política, sobre nacionalidad, puesto que los masones, como antes hemos dicho, no profesan otra religión que la universal, y que pertenecen a todos los pueblos, a todas las lenguas... 

ste apartado ha dado lugar a un cierto mal entendido puesto que de la recomendación de Anderson que se refiere al momento "cuando la Logia esté cerrada, pero estando aún reunidos los hermanos", algunos masones han hecho una interpretación extensiva al momento en que la Logia está organizada, prohibiendo en ella la discusión sobre determinados temas. 

Las constituciones de Anderson enuncian los siguientes puntos: 

1. Lo que se refiere a Dios y a la religión 
2. De la Autoridad Superior e Inferior 
3. De las logias 
4. De los maestros, inspectores, compañeros y aprendices 
5. Del reglamento de la corporación durante el trabajo 
6. De la conducta

miércoles, 22 de febrero de 2017

ORIGENES DE LA MASONERIA

ORIGENES DE LA MASONERIA 
Johnny Vargas Vargas - Martín Ledezma Periza - Fernando Ledezma Periza

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La palabra masio que significa albañil, es utilizada en Roma en los Colegios de Constructores, que desaparecen por la invasión de los bárbaros iniciada en el siglo V d.C, y reaparecerán en pleno Medioevo, organizados como gremios, especialmente la de los ALBAÑILES, MAESTROS DE OBRA y CONSTRUCTORES, cuyos miembros, como de otros gremios, guardan celosamente los secretos de la arquitectura. Y en materia de construcción, dividen el trabajo para protegerse, entre los "aprendices" y los "maestros de obras", por consiguiente estas primeras formas de asociación gremial, son de carácter operativo. 

Por su parte la Iglesia Católica Apostólica y Romana, en la época feudal, recurre a los Gremios de Albañiles, Maestros de Obra y constructores, para construir sus grandes Catedrales. De esta manera el templo cristiano, resplandeciente y magnífico, superará al templo "pagano" de los tiempos griegos y latinos. Y no será ya, exclusivamente morada de la divinidad, sino que permitirá al creyente el acceso al interior, para deslumbrarlo con sus riquezas y ornamentos. Y de esta manera sojuzgarlo con su belleza, solemnidad, monumentalidad y misterio. 

Esto explica porqué en el exterior y en interior de tales catedrales o templos, se encuentran numerosos ornamentos y símbolos de carácter masónico, como triángulos, círculos, escuadras, niveles, martillos, columnas, cadenas de unión, soles y demás emblemas. 

Sin embargo debemos aclarar que la Masonería no salió del seno de la Iglesia. No es una secta herética, ni de apostatas o renegados. La Masonería nace con los primeros e incipientes talleres llamados también logias, que realizaron las grandes manifestaciones arquitectónicas de esa época, aspecto que será superlativamente magnificado en el Renacimiento, que es un retorno a la antigüedad clásica griega y romana, cuyo resultado son los nuevos palacios en Florencia y como la celebérrima Logia de Renzi. 

El Renacimiento significó un cambio en todos los aspectos de la vida de la sociedad europea, y se refiere a los aspectos culturales de los siglos xv y xvi, caracterizado precisamente por el renacer de la cultura greco – romana y el movimiento intelectual de ese periodo se conoce como HUMANISMO, ya que su centro de interés era el hombre. 

Y es en el Renacimiento que precisamente las corporaciones de trabajadores se transforman en movimientos culturales e intelectuales, porque este renacer implica liberarse de la moral teológica impuesta en el momento histórico inmediato anterior; significa la liberación del hombre, para pensar sin obstáculos y, sobre todo, para expresar lo que piensa. A pesar del holocausto de Bruno y la prisión de Galileo. Se impone el Humanismo, que diferencia entre lo real y lo ideal, lo abstracto y lo concreto, lo dogmático y lo científico. Las Ciencias se separan de la Filosofía. 

Son los albores de La Ilustración y comienza a imponerse una concepción antropocéntrista. El hombre vale como individuo y no como integrante de una familia o de un gremio. El inglés Francis Bacon (1561-1626) proclamó la preeminencia de la investigación científica. René Descartes (1596-1650) lanza su revolucionario "pienso, luego existo". 

El Genio creador de Leonardo De Vinci, que no permite decadencias espirituales, gesta la obra "De la luz y de la Sombra"- mantiene un ideario que supera todo pensamiento mágico y milagro. Funda el Colegio de Milán, singular fase histórica en que se lucha por la libertad de conciencia, la abolición de privilegios y los derechos del hombre, al amparo de la sigla unión, solidaridad y cooperación. Se usa del estímulo del símbolo, para lograr el entendimiento entre los hombres. 

Cuando Francisco I, le llama a Francia para pintar su retrato, integra lo que será la Logia Frane Masónica de Paris, Francmasón, significa "albañiles libertos"; esto es, masones libres. Al permitirse el acceso de pensadores de intelectuales, de masones no operativos, a los que se llama "masones aceptados", la propia Masonería se transforma en especulativa. Es ya la Francmasonería de Libres y Aceptados Masones. 

La unidad, la solidaridad y la cooperación preconizadas por De Vinci, andando el tiempo, se transformarán a su vez, en la alta bandera de la Masonería: Libertad, Igualdad Y Fraternidad. 

En ella no habrá diferencias de origen, grupo, color o ideología. Y en ella podrán convivir católicos, protestantes, judíos, mahometanos, budistas, teólogos, teósofos, espiritistas, esoterístas, astró1ogos, anarquistas y hasta comunistas. Ricos y pobres. Plebeyos y nobles. Vivos y tontos. 

El 24 de junio de 1717, en Inglaterra, cuatro Logias que trabajaban en cuatro tabernas -"La Oca y el Asador", "La Corona", "El Manzano" y "El Gran Vaso, El Racimo de Uvas" - se unieron para formar la primera Gran Logia, - de ahí el nombre de Gran Logia Unida de Londres - bajo la dirección de un Gran Maestro: Arthur Soyer. En 1723, el pastor Anderson, publica la primera Constitución, normas y reglamentos que regirán a la Institución. Emanada de viejos manuscritos y "fuentes" diversas, principalmente los considerados Ancient Landmarks of the order. Los Landmarks -marcas o antiguos límites, que son preceptos que muchas veces se estiman únicos y verdaderos. Sobre ellos, en realidad, ninguna autoridad masónica ha decidido nada en concreto. Su número oscila y se aceptan, entre dieciocho y veinticinco, aun cuando solo tres efectivamente, reúnen las características que los legitiman para ser estrictamente observados: antigüedad inmemorial, universalidad y absoluta irrevocabilidad e inalterabilidad. Estos son: el carácter gremial de la Orden; el gobierno de la Logia por tres personas y la necesidad de trabajar a cubierto. 

Cuando las primeras logias empezaron a reunirse en los mencionados "talleres", encontraban refugio lícito para comer bien, brindar mejor e intercambiar sus ideas liberales. John Locke (1632-1704) con su "Ensayo sobre el entendimiento humano", publicado unos cincuenta años antes de la fundación de la Gran Logia de Londres, abre las puertas a una nueva forma de considerar al hombre, ya no como un elemento del régimen patriarcal de la Edad Media, sino como un hombre liberado. 

Después aparecerán las demás logias. Algunas con el carácter de verdaderos dogmas: la obligación de creer en Dios y la inmortalidad del alma. Y también la diversidad de ritos. Uno estimado Primitivo. Otros derivados, como el escocés, el yorkino, etc. 

En el andar del tiempo las logias que se van creando, responden al origen de la Fraternidad en cada época y en cada pueblo. En otros casos a las circunstancias, necesidades y evolución social y política particulares. A luchas internas y a proyecciones especiales, que diferencian a la orden, en lo general, pero no en lo fundamental. El rito de York es teísta, religioso y discriminador. El escocés es fundamentalmente deísta y preconiza la tolerancia y la igualdad. Y aclara Reynaud de la FelTiere: La Masonería no es una institución que va en contra la religión.

martes, 21 de febrero de 2017

El misterioso Sello de Salomón

El misterioso Sello de Salomón


Es inevitable. La visión de una estrella de seis puntas —o hexagrama— nos hace pensar en la religión y el pueblo judío. Sin embargo, este símbolo es un emblema universal que posee unos orígenes remotosy ha sido utilizado con fines diversos por numerosas culturas: de talismán protector hasta símbolo alquímico o mero elemento decorativo.

Durante siglos, antes de que se popularizara la denominación de “Estrella de David” o ‘Magen David’ (literalmente, “Escudo de David”), este emblema era llamado “Sello de Salomón” (‘Khatam Suleiman’ por los musulmanes y ‘Jatam Sholomo’ por los judíos).

Distintos textos —en especial el Talmud de Babilonia y algunos relatos musulmanes— difundieron la leyenda de que el bíblico rey Salomónposeía un anillo de propiedades mágicas mediante el cual podía controlar a los demonios o hablar con los animales. Dicha joya tenía grabado el símbolo del hexagrama, al que se le añadía el nombre secreto de Dios.


Según los expertos en simbología, el signo del hexagrama posee un significado similar al del ying y el yang, como representación de los opuestos, así como de nexo entre el cielo y la tierra o plasmación ideográfica de la sabiduría sobrehumana.

Sin embargo, el uso más conocido fue siempre el de su carácter protector y mágico, sin que estuviera vinculado a ninguna religión en concreto. Así, en la Edad Media era habitual encontrar amuletos y talismanes que reproducían el Sello de Salomón, generalmente con la estrella inscrita en un círculo y acompañada de varios puntos.

En aquella época se pensaba que estos dibujos protegían a su portador del influjo de demonios y espíritus maléficos, o simplemente de la mala suerte. También era frecuente grabar este símbolo en las puertas de las viviendas o en los escalones de las escaleras, con ese mismo carácter protector frente a los espíritus o ante posibles incendios.

El experto en cábala Gershom Scholem estudió a fondo la simbología del Sello de Salomón y su función mágico-protectora tanto en el islam como en el judaísmo, y dedicó muchos años a rastrear sus orígenes.


El uso más antiguo que se conoce de este símbolo por parte del pueblo hebreo —de forma masiva— se remonta al siglo XIV, cuando los judíos de la ciudad de Praga lo usaron como signo de identidad. Sin embargo,no fue hasta finales del siglo XIX, con los movimientos nacionalistas judíos, cuando adquirió el sentido que todos conocemos hoy. Sin embargo, sí hay algunas representaciones con carácter judío —muy escasas— de esta estrella en épocas más antiguas, como el llamado ‘Códice de Leningrado’.

El uso mágico de este símbolo no termina aquí. También fue muy utilizado en la iconografía alquímica, de modo que se encuentra en numerosos trabajos sobre la “Gran Obra” como emblema del fuego y el agua.

Del mismo modo, la masonería también incluyó el hexagrama entre sus símbolos, por lo que no es extraño encontrarlo en algunos elementos decorativos de las logias, así como en objetos y obras de arte de carácter masónico. No en vano, el templo de Salomón es uno de los elementos más importantes dentro de la masonería.

Por otra parte, también es frecuente encontrar el Sello de Salomón en algunas construcciones cristianas medievales, bien como elemento decorativo o como símbolo de la sabiduría divina.

Un ejemplo magnífico lo podemos contemplar en la fachada de lacatedral de Burgos, en la que se ven varias representaciones del símbolo, tanto en el rosetón principal como en distintos relieves escultóricos. Lo mismo sucede también en una de las fachadas de lacatedral de Valencia.

https://es.noticias.yahoo.com/blogs/arte-secreto/el-misterioso-sello-salom%C3%B3n-120059292.html

http://selenitaconsciente.com/?p=226412

lunes, 20 de febrero de 2017

Los “Hijos de la Serpiente” en el simbolismo y el mito de la historia humana

Los “Hijos de la Serpiente” en el simbolismo y el mito de la historia humana

Según algunos estudiosos, la frecuencia de la figura serpentina en las tradiciones y el simbolismo humano tiene sus raíces en algo real que sucedió en los albores de la evolución humana. Entre algunos investigadores existe cierta confusión cuando se considera el espacio de tiempo muy corto en el que la especie humana evolucionó.

En el momento en que Eva, la primera mujer mítica y la madre de todos los vivientes, se convenció en recoger el fruto prohibido del árbol de la vida, la humanidad fue víctima del primer gran engaño de la serpiente.

Un relato contado por el Génesis, el libro de apertura de la Biblia, tiene una historia rica en simbolismo. De acuerdo con el pensamiento religioso occidental, el incidente narrado por el texto sagrado presenta al enemigo más insidioso de la cual la humanidad debe tener cuidado.

Sin embargo, la forma de la serpiente no sólo está presente en las historias de la tradición semita que dio origen al relato del Génesis. Si nos fijamos en la mitología de otras culturas, descubrimos un poblado escenario de reptiles, serpientes emplumadas y extraños seres híbridos reptiles.

Según algunos estudiosos, la frecuencia de la figura serpentina en las tradiciones y el simbolismo humano tiene sus raíces en algo real que sucedió a los albores de la evolución humana.


El escenario que contado por los mitos del mundo es casi el mismo: Seres considerados divinos, de apariencia reptil y de gran poder, entregaron en las manos de la humanidad conocimientos tecnológicos y la civilización urbana.

¿Es posible que entidades no humanas han afectado el desarrollo evolutivo normal de la humanidad? ¿La rápida evolución del hombre, incapaz de armonizarse con los tiempos y las reglas de la naturaleza, podría depender de ello? ¿Es posible que nuestro ADN ha sido modificado de una manera artificial con fines desconocidos para nosotros?

A medida que la ciencia ha hecho grandes avances en la comprensión de los mecanismos que regulan la evolución de los seres vivos, el origen del hombre todavía sigue siendo un misterio.

Las investigaciones arqueológicas y los registros fósiles, en lugar de aclarar la historia de la evolución humana, simplemente complican un rompecabezas de por sí lo suficientemente complicado. Entre algunos investigadores había cierta confusión cuando se considero el espacio de tiempo muy corto en el que la especie humana evolucionó.

Para hacer una comparación indebida, podemos pensar en los dinosaurios, un grupo de seres vivos que dominó la Tierra durante 160 millones de años, un ciclo de vida biológica extremadamente largo, o al menos, en armonía con los tiempos cósmico del universo.

Pero si tenemos en cuenta los homo sapiens, uno es sorprendido al considerar que el género Homo apareció en el planeta hace sólo 2 millones de años y, a través de una atrevida serie de saltos evolutivos, se ha llegado a construir hace unos 6.000 años las primeras ciudades modernas en Mesopotamia, antes de pasar, en unos pocos miles de años, desde la escritura cuneiforme a las computadoras y la exploración de territorios desconocidos para los vuelos espaciales.

¿Debido a que el Homo Sapiens es tan rápido?


Entre los primeros en hablar de una intervención exterior en la historia de la evolución del hombre fue Zecharia Sithchin, el investigador que ha dedicado su vida al estudio de la mitología sumeria.

En muchos de sus libros, Sithchin dice que su teoría según la cual, en un pasado muy lejano, un grupo de viajeros extraterrestres procedentes del planeta Nibiru, que los llamó los Anunnaki, bajaron a la Tierra para explotar los recursos minerales de nuestro planeta.

Ante la necesidad de mano de obra para la extracción de minerales, se cree que los Anunnaki manipularon genéticamente las especies de la Tierra más parecidos a ellos, injertando su propio ADN: Fue elegido un homínido, el Homo Erectus.

¿Podríamos ser el resultado de una manipulación genética que nos ha arrancado de nuestro desarrollo natural?

De acuerdo con la hipótesis de David Icke, algunos alienígenas reptiles, bajo la falsa apariencia de hombres humanos públicos, tomaron el control de este planeta impidiendo a la humanidad la normal evolución espiritual, social y tecnológica. El propósito de esto sería la de esclavizar a la humanidad y tomar posesión definitivamente de los recursos planetarios (incluidos los humanos).

Las ideas contenidas en su libro Nijos de la Matriz, al parecer, original y peculiar, pero validados por una larga y minuciosa serie de pruebas documentadas, describen nuestra vida en el planeta Tierra como un “engaño existencial” dirigido por fuerzas extraterrestres y intraterrestres interdimensionales y que nos mantienen en una prisión mental, emocional y espiritual.

En confirmación de estas teorías, parece que los antiguos mitos terrestres todos coinciden en una cosa: la aparición de estos antiguos “visitantes” (que algunos consideran “invasores”) se une a la de la familia de los reptiles. Y en casi todas las leyendas, se hace referencia los antiguos “dioses” mitad hombre, mitad reptil.
Los Sumerios

Los sumerios son la primera población urbanizada del mundo. Eran descendientes de un grupo étnico del sur de Mesopotamia (actual sudeste de Iraq), nativa o que se establecieron en la región desde el momento en que emigraron (alrededor de 5000 AC) hasta el surgimiento de Babilonia (alrededor de 1500 aC).

El término sumerio es en realidad el nombre dado a los antiguos habitantes de Mesopotamia por sus sucesores, la gente de los semita acadios. Los sumerios, (o Shumeri de Sumer), de hecho, se llamaron sag-giga, literalmente “la gente de cabeza negra” y su tierra Ki-en-gi, “lugar de los señores civilizados”.

En el panteón de dioses sumerio figura Enki, la deidad de la artesanía, el bien, el agua, el mar, los lagos, la sabiduría y la creación. Enki, en algunas representaciones, aparece como un ser mitad hombre, mitad serpiente.


El significado de su nombre es el “señor de la tierra”. Él era el guardián de los poderes divinos llamado Me, los dones de la civilización de la que se beneficiarían la humanidad.

Su imagen es una serpiente con una doble elipse o caduceo, al igual que el palo de Asclepio. En opinión de algunos autores, no es de extrañar que el símbolo de Enki fue utilizado más tarde como un símbolo de la medicina, debido a su parecido desconcertante a la doble hélice del ADN.

Las historias del Antiguo Testamento

La Biblia retoma algunos temas de la mitología sumeria y babilónica. De acuerdo con los autores del texto sagrado, el engañador de la humanidad que aparece en el episodio del “pecado original” tiene la apariencia de una serpiente.


Al comienzo de la historia humana, la serpiente propone a Adán y Eva una alternativa a la proporcionada por el orden cósmico, con el fin de “ser como Dios”. ¿Qué significa esto? Según algunos comentaristas, Adán y Eva se vislumbraron en la propuesta de la serpiente en la manera de la inmortalidad que les haría como Dios.

Otros, sin embargo, ven en la propuesta la posibilidad para la humanidad de determinar por sí mismo lo que es bueno y lo que es malo, sin ninguna autoridad divina externa. La serpiente le propone al hombre convertirse en un dios. De hecho, a la objeción de Eva la serpiente responde seráfica:

“Usted no va a morir! Más bien, Dios sabe que el día que comáis de él, sus ojos se abría y llegarán a ser como Dios, conocedores del bien y del mal”. Ya no es el creador que determina lo que es bueno o malo, sino la criatura.

Otros han interpretado la historia del pecado original como un atajo evolutivo ofrecido a la humanidad para eludir un proceso que probablemente habría requerido miles (si no millones) de años. Ireneo de Lyon, un importante autor cristiano del siglo III, llamo lo de Adán y Eva, un pecado de impaciencia, un resquicio para seguir adelante.

La serpiente habría hecho de portador de habilidades tecnológicas y culturales que los hombres todavía no habían desarrollado de forma natural y en perfecta armonía con las leyes cósmicas del universo. En esta interpretación se cruzan historias del mito sumerio de Enki (portador de la civilización) y también el mito de Prometeo, que robó el fuego a los dioses para dárselo a los hombres.

El corto período de tiempo en que la humanidad ha evolucionado da lugar a algunas antropologias. En comparación con los tiempos de la naturaleza, el hombre parece una flecha apareció sobre el planeta. Y es una evolución que en realidad no esta completamente en armonía con el cosmos.

El coste de esta rápida evolución ha sido la separación del hombre de la naturaleza y la consiguiente destrucción del planeta (el Edén), la separación de los hombres (Torre de Babel) y la consiguiente pérdida de la unidad de propósito y la alienación de los individuos. En esta perspectiva, la serpiente ha encarnado el símbolo del diablo (diabolos = lo que separa a).
Oriente Medio y África

En el Medio Oriente eso ha sido transmitida por los Yinn (genios), misteriosos hombres serpiente o dragones que hicieron presencia desde la antigüedad. En la era pre-islámica el Yinn fue acreditado con un notable poder, casi siempre era capaz de expresar una malicia devastadora y a menudo mortal.

Los antiguos egipcios adoraban a muchas deidades híbridas, que fusionan características humanas y animales. Entre ellos se encontraba el antiguo dios egipcio Sobek, que luce como un hombre con cabeza de cocodrilo.


El dios Sobek, tiene una cabeza de cocodrilo

En Mali hay una población, los Dogon, en el que su mito de la creación tiene como protagonista a un hombre reptil. Los Dogon afirman ser descendiente del dios Amma, de la estrella Po Tolo (Sirio B).

Amma ha creado el universo con estrellas y constelaciones y luego creó Tenga, es decir, la Tierra, en la forma de una mujer, con la que se aparearon la generación de los Nommo, dos seres mitad hombre y mitad serpiente, identificado como la fuerza vital del agua, y los envió a la tierra para enseñar a la humanidad las enseñanzas fundamentales, tales como el tejido, la metalurgia y la agricultura.

El Dogon retiene el conocimiento nada menos de milagroso. En 1947, después de vivir con los Dogon durante más de diecisiete años el antropólogo francés Marcel Griaule ha traído una historia realmente sorprendente. Ancianos de la tribu le revelaron el Griaule uno de sus secretos mejor guardados, incluso ocultado a la mayoría de la comunidad tribal.

Afirman que han recibido una profunda comprensión del sistema solar por uno de los misteriosos Nommo. Las personas mayores son conscientes de las cuatro lunas de Júpiter, los anillos de Saturno y son conscientes de la forma en espiral de la Vía Láctea, y saben que los planetas se mueven alrededor del Sol y no al revés.

Pero lo que ha dejado a la mayoría de los etnólogos desconcertados es el conocimiento de los Dogon de las órbitas y la densidad de las estrellas en el sistema de Sirio. El Dogon ha confirmado a fondo la existencia de Sirio A, B y C, conocimiento que la ciencia moderna ha adquirido recientemente.

Sirius C permaneció desconocida hasta 1995, cuando los astrónomos notaron que la influencia gravitatoria que ejerce sobre el movimiento de todo el sistema.

La antigua Grecia

El primer rey mítico de Atenas, Cécrope era mitad hombre y mitad serpiente. En la mitología griega, las serpientes eran los sirvientes de los Titanes y los Gigantes, que a veces eran representados en la forma “anguiforme”, es decir, con las piernas formadas por terminaciones de serpiente muy similar a las de Enki, entre ellos se encuentra la imagen del gigante Klyteros.

Cécrope
Asia Oriental

En los relatos populares de la antigua China incluye dos hermanos, Nuwa, una diosa de la creación, y Fu Xi, uno de los tres legendarios soberanos chinos de “Los Tres Augustos”, vivió, según la tradición, entre 2952 y 2836 antes de Cristo

Ambos se muestran como seres híbridos, formados por un torso humano y cola de serpiente. Según la tradición es Nüwa quien inventa la música y la técnica para tocar la flauta, pero sobre todo ella crea hombres, moldeándolos de arcilla.

Fu Xi fue representado siempre atado, a través de la cola, a su hermana Nüwa, que tomó en matrimonio. Las imágenes la representan con un compás y una escuadra en la mano: los dos instrumentos indican que los dos soberanos inventaron las reglas, las normas, los estandares. Según el folklore chino, estos dos dioses son responsables de la creación y la educación de la raza humana.


Fu Xi y Nuwa, portando un compás y una escuadra.

En la cultura asiática también se ha transmitido leyendas de dragones o lagartos, formas entre el plano físico y el plano astral, pero rara vez se describe en forma humanoide, y que puede cambiar la forma pasando de humano a reptiliano.

Esta característica se atribuye a menudo a los emperadores asiáticos, que se cree que eran capaz de cambiar voluntariamente su forma humana en un dragón y viceversa.
El Cristianismo

La teología cristiana, que basa su pensamiento también en el Antiguo Testamento hebreo, tomó la historia del pecado original como una parte clave de la denominada caída del hombre.

La redención, o la derrota del príncipe de este mundo (Satanás) ha tomado lugar con la encarnación, muerte y resurrección de Jesucristo, en quien el fin primordial se reconstituye y que va ha suceder con el regreso de Jesús en el final de los tiempos y la llegada de la Jerusalén celestial, la nueva creación en armonía con el orden cósmico.

Un símbolo interesante de la redención y la derrota de la serpiente es la iconografía mariana: la Virgen María se representa en el acto de pisando la cabeza de la serpiente, símbolo de la victoria sobre el mal.


La Virgen María pisando la cabeza de la serpiente.

América precolombina

La mitología maya conoce una figura muy importante relacionado a lo que estamos desarrollando: el dios Quetzalcóatl. De acuerdo con las historias, esta deidad enseño a la gente maya los secretos de la agricultura, la metalurgia y la astronomía. La humanidad debe su rápido desarrollo evolutivo a una figura externa de reptil.

Las representaciones de Quetzalcoatl son bastante perturbadoras, porque se ven al dios maya intentando devorar a un hombre. ¿Entonces este regalo dado por el dios a la humanidad no fue enteramente gratuito? ¿Que pidió la serpiente a cambio? ¿Qué parte de la humanidad está devorando?


Al parecer, de acuerdo a esta antigua representación del dios Quetzalcóatl, a él le gustaba comerse a los humanos.

Era contemporánea

El reptil sigue siendo un símbolo de la cultura humana y con frecuencia se asocia con los símbolos heráldicos de las grandes familias nobles (de la sangre azul “reptil”), Desde las marcas de las grandes empresas y obras de arte representan la desvergonzada dominación del reptil sobre la raza humana, como una plaga nefasta:


Serpiente devorando a un bebé: El famoso Alfa, símbolo de la familia Visconti de Milán.

Símbolo de Alfa Romeo: Una serpiente (coronado, por tanto rey) devora a un hombre.

Espeluznantes estatuas en exhibición en el Parque de Vigeland en Oslo, que describe muy claramente el dominio reptil sobre la humanidad.

¿Qué justifica esta presencia constante y generalizada de los símbolos de reptiles en la cultura humana? Y ¿porque parece que incluso hoy en día hay muchas referencias a la serpiente y su poder? ¿Somos verdaderamente presa de una dominación extraterrestre que nos hizo descarrilar del camino de la evolución natural? ¿Cuál es el propósito de la serpiente?

Después de este largo, y en gran medida incompleto, panorama de mitos y símbolos, parece posible indicar algunos aspectos destacados:

1) La serpiente es un símbolo presente en casi todas las culturas humanas;

2) La serpiente (o dragón) hace un regalo a la humanidad, que consiste de tecnología y cultura, acelerando el proceso natural de la evolución;

3) La serpiente (o dragón) esta siempre al mando, es rey, emperador (¿presidente?)

4) El regalo de la serpiente no es gratuito: él devora humanos … ¿qué quieres a cambio?

5) El poder de la serpiente está todavía en curso … sólo necesitas tener los ojos para notarlo!

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